El comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), Óscar Arriola, confirmó públicamente la identidad de Luis Michael Magallanes Gaviria como el suboficial de tercera de la PNP implicado en la muerte de Eduardo Ruiz Sanz durante las protestas ocurridas el 15 de octubre en el Cercado de Lima. Esta confirmación se produjo tras una exhaustiva revisión de las grabaciones de las cámaras de videovigilancia pertenecientes a la Municipalidad de Lima, las cuales permitieron a la Policía Nacional identificar al agente presuntamente responsable del fatal suceso. La identificación de Magallanes marca un punto crucial en la investigación, generando una ola de reacciones y debates sobre el uso de la fuerza por parte de la policía durante las manifestaciones y la necesidad de una investigación transparente y exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes. Este caso ha reavivado el debate sobre la supervisión y el control del accionar policial en contextos de protestas sociales.

Luis Michael Magallanes Gaviria, de 28 años de edad, es un suboficial de tercera de la Policía Nacional del Perú. Según la información proporcionada por las autoridades policiales, Magallanes está asignado a la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), específicamente a la División de Investigación de Secuestros de la PNP. Su pertenencia a esta división levanta interrogantes sobre su presencia en la manifestación del 15 de octubre, considerando que su área de especialización está relacionada con la investigación de secuestros y no con el control de multitudes o el mantenimiento del orden público en protestas. Se ha revelado que Magallanes es originario de Maynas, Loreto, y forma parte de la promoción 2023 de la PNP. Anteriormente, prestó servicios en la División de Investigación Contra el Crimen Organizado (Divinco), lo que sugiere una trayectoria enfocada en la lucha contra la criminalidad organizada. La información sobre su historial dentro de la PNP plantea preguntas sobre su capacitación y experiencia en el manejo de situaciones de tensión y el uso proporcional de la fuerza.

Según la versión oficial, Luis Magallanes Gaviria se encuentra detenido de forma preliminar en el Hospital de la Policía, donde está recibiendo atención médica por politraumatismos sufridos durante los enfrentamientos ocurridos en la manifestación. Agentes de la División de Homicidios se han desplazado al nosocomio para llevar a cabo el interrogatorio correspondiente y realizar el control de identidad del suboficial. La detención de Magallanes en un centro hospitalario plantea interrogantes sobre su estado de salud y la gravedad de las lesiones que sufrió durante los incidentes. Es fundamental que se garantice su derecho a una defensa legal adecuada y que se sigan los procedimientos legales establecidos para asegurar la transparencia y la imparcialidad de la investigación. La División de Homicidios, encargada de la investigación, deberá recopilar todas las pruebas necesarias para determinar la culpabilidad o inocencia de Magallanes, incluyendo testimonios de testigos, análisis de las grabaciones de video y pericias balísticas.

Óscar Arriola, en su declaración pública, admitió que Luis Magallanes es el autor del disparo que causó la muerte de Eduardo Ruiz. En un gesto inusual, el comandante general de la PNP pidió perdón en nombre de los 140 mil policías que integran la institución. Este acto de contrición por parte del máximo responsable de la PNP refleja la gravedad del incidente y el impacto que ha tenido en la imagen de la institución. Sin embargo, este pedido de disculpas no exime a Magallanes de su responsabilidad individual ni resta importancia a la necesidad de una investigación exhaustiva y transparente para esclarecer los hechos y determinar las circunstancias en las que se produjo el disparo. La admisión de responsabilidad por parte de Arriola podría interpretarse como un intento de mitigar la tensión social y de reafirmar el compromiso de la PNP con la transparencia y la rendición de cuentas.

Stefano Miranda, abogado defensor de Luis Michael Magallanes Gaviria, ha negado categóricamente que su cliente sea el autor del disparo que causó la muerte de Eduardo Ruiz. Según Miranda, el suboficial actuó en defensa propia ante un grupo de manifestantes que lo estaban atacando. Esta versión contradice la admisión de responsabilidad por parte del comandante general de la PNP, Óscar Arriola, y plantea interrogantes sobre la veracidad de los hechos. El abogado argumenta que Magallanes fue confundido por los manifestantes con un miembro del grupo Terna, una unidad policial que opera de civil y que suele ser objeto de rechazo por parte de los manifestantes. Miranda afirma que su cliente fue agredido con piedras, lo que explicaría su internamiento en el hospital. La defensa de Magallanes se basa en la premisa de que actuó en legítima defensa ante una agresión ilegítima, lo que podría eximirlo de responsabilidad penal.

El abogado Stefano Miranda sostiene que su cliente fue atacado y despojado de su arma en medio del tumulto. Según su relato, Magallanes recibió disparos por parte de un sujeto desconocido y, en respuesta, sacó su arma de fuego y disparó al piso, no al cuerpo ni al aire, con el fin de proteger su integridad física. Miranda insiste en que la necropsia demostrará que Magallanes no disparó al cuerpo de Eduardo Ruiz. El letrado considera que el alto mando de la PNP está buscando lavarse las manos en este caso y deslindar responsabilidades. Miranda argumenta que la pericia balística no podrá determinar si el arma de Magallanes fue la que disparó a Ruiz, ya que fue despojado de ella durante los incidentes. Esta versión plantea serias dudas sobre la autoría del disparo y exige una investigación exhaustiva para determinar si Magallanes actuó en legítima defensa o si incurrió en un uso excesivo de la fuerza.

El comandante general Óscar Arriola ha señalado que otra persona, también miembro de la PNP, fue vista efectuando disparos segundos después de que Eduardo Ruiz cayera al suelo. Arriola afirma que ambos agentes se encuentran bajo custodia policial. Esta información añade un nuevo elemento a la investigación y sugiere que la muerte de Eduardo Ruiz podría ser el resultado de la acción de más de un agente policial. La existencia de un segundo implicado complica aún más la investigación y exige un análisis exhaustivo de las grabaciones de video y de los testimonios de los testigos para determinar la participación de cada uno en el fatal suceso. Es fundamental que se identifique plenamente a este segundo agente y que se determine si su accionar contribuyó a la muerte de Eduardo Ruiz.

Según el abogado de Magallanes, las imágenes analizadas por la Municipalidad de Lima muestran a otro individuo vestido de civil que habría efectuado cuatro disparos, uno de los cuales impactó en Ruiz Sanz. Miranda afirma tener la identificación de este otro sujeto y asegura que la necropsia confirma que la víctima recibió un disparo directo. Esta versión contradice la admisión de responsabilidad por parte de Arriola y plantea serias dudas sobre la veracidad de la información proporcionada por las autoridades policiales. La existencia de un posible segundo autor del disparo exige una investigación exhaustiva y transparente para determinar quién fue el responsable de la muerte de Eduardo Ruiz y si hubo encubrimiento por parte de la PNP. La pericia balística es crucial para determinar si el disparo que causó la muerte de Ruiz provino del arma de Magallanes o del arma del otro individuo implicado.